Si todavía alguien alberga dudas de que el coche eléctrico es el presente y el futuro, hay un dato que puede resultar convincente: Volkswagen tiene prevista una importante inversión para producir hasta 3 millones de vehículos totalmente eléctricos cada año desde 2025.
El grupo Volkswagen va a destinar 50.000 millones de euros en el desarrollo y fabricación de baterías eléctricas, comenzando con una inversión de 100 millones en Salzgitter (Alemania), ya desde 2020. Volkswagen ha comenzado a desarrollar, probar y producir baterías de celda ion-litio, con una tecnología innovadora. La idea es crear unos 1.000 empleos para 2023/24, aunque se va a empezar con una línea de fabricación para pequeñas series, que ya funciona en Salzgitter. De momento, unos 300 expertos trabajan en la factoría, aunque pretenden aumentar la plantilla hasta 1.000.
Durante el proceso de innovación creará más de 1.000 nuevos empleos
El proyecto en Alemania se ha realizado en colaboración con la empresa sueca de baterías Northvolt y a medio plazo van a invertir otros 900 millones en esta joint venture (unión temporal).
Stefan Sommer, miembro del Consejo de Administración de VW y responsable de Compras, afirma que este proyecto conjunto “será un paso de gigante en la ofensiva eléctrica del grupo. Aprovechando este conocimiento, podremos desarrollar nuestras propias actividades como un componente clave en la electrificación, nuevos estándares y una transición ágil a la producción en serie”. Frank Blome, jefe del centro de excelencia de baterías, afirma que “la actual línea piloto de fabricación en un paso importante para construir la gigafactoría de Salzgitter. Además, podremos profundizar en los procesos de producción en un corto periodo de tiempo. Esto es importante para perfilar futuros desarrollos, con una actuación segura, tanto en costes como en calidad”. En paralelo, durante 2020 se construirá una línea de prueba para reciclar las baterías.
OBJETIVO 2025
Esto en cuanto se refiere a proyectos propios que están en marcha o se van a desarrollar ya en 2020. Sin embargo, la inversión total a medio plazo ascenderá a 50.000 millones de euros para construir baterías eléctricas en colaboración con empresas como Northvolt (Suecia), LG y Samsung (Corea) y la China CATL.
El Grupo Volkswagen considera que en 2025 necesitarán producir un volumen de baterías de 150 gigawatios/hora para Europa e igual cantidad para Asia, previendo el doble de esa cifra para 2030. La idea es invertir y crear joint ventures para convencer a los proveedores escépticos de que confíen en el sector de automoción.
Stefan Sommer, consejero de VW, afirma que “no todos los proveedores creen que la movilidad eléctrica se vaya a desarrollar a gran escala. Necesitamos tiempo para convencerles”. Considera que si se unen ahora, tendrán la oportunidad de vender luego a otros fabricantes, pero “si no trabajan para Volkswagen en este momento, después no lo harán para otros”.
El grupo está rediseñando y cambiando maquinaria en 16 fábricas para construir 33 tipos diferentes de vehículos eléctricos de las marcas Škoda, Audi, Volkswagen y Seat a mediados de 2023. “Estamos desarrollando conocimientos propios, que compartiremos con nuestros socios, lo que les ayudará en las nuevas plantas”, afirma Sommer. Esta iniciativa se debe a que en este momento “no somos capaces de construir tantos coches como querríamos. Nuestros proveedores no nos están entregando la cantidad necesaria de componentes”.
Según explica Frank Blome, jefe del centro de excelencia de baterías, al desarrollar su propia línea de componentes, tendrán un rendimiento eficiente. “En nuestros nuevos modelos, prácticamente se está construyendo el coche alrededor de la batería, así que hay mucho espacio para almacenar energía. Esto nos permitirá rangos de autonomía superiores a los 550 km y precios asequibles”.
Otro punto controvertido, añade, es la duración de las baterías en relación con la vida útil del coche. “Nuestro principal objetivo es que duren tanto como el propio automóvil. Garantizamos un mínimo del 70% de energía durante 8 años o 160.000 kilómetros, aunque los conductores también pueden alargar esa vida útil”.
