Un cargador de vehículo eléctrico de uso doméstico que optimice el actual proceso de carga, reduciendo los tiempos y permitiendo, además, la bidireccionalidad o carga inversa está cada vez más cerca de ser una realidad. El usuario no solo ‘repostará’ su vehículo más rápido, sino que podrá alimentar su vivienda con la energía almacenada o aportarla a la propia red, lo que en la práctica convierte al parque móvil eléctrico en baterías portátiles. Hablamos del proyecto EVA, una iniciativa promovida por Ampere Energy, multinacional española proveedora de soluciones, productos y servicios para la gestión de la transición energética, y respaldada por la Agencia Valenciana de la Innovació (AVI), en colaboración con el Instituto Tecnológico para la Energía (ITE).
Este proyecto, llamado a ser un referente en el campo de las soluciones para la electromovilidad, aporta la solución al que es, sin duda, uno de los grandes retos que afronta el vehículo eléctrico (VE) en lo que respecta a la autonomía y a la carga de la batería. La demanda de vehículo eléctrico está en constante evolución y las previsiones apuntan a un incremento exponencial en los próximos años. Cuando se haga extensivo el uso del coche eléctrico, llegará un momento en el que todos podremos cargar en el entorno doméstico la batería de nuestro vehículo, al margen de los puntos situados en centros comerciales, supermercados, electrolineras, etc.
Actualmente, la carga de vehículos eléctricos se realiza en corriente alterna, por lo que es necesario contar con un convertidor en el interior del VE para transformar la energía que recarga su batería, que solo es capaz de obtenerla y aportarla en corriente continua. Para ello se emplean equipos de gran tamaño, pesados y costosos para integrar en un VE, que la industria limita en tamaño y potencia, lo que da lugar a su vez a un mayor tiempo de carga.
El proyecto de Ampere Energy resuelve esta limitación al integrar el convertidor de corriente en el propio cargador doméstico, al igual que las estaciones de servicio de carga rápida. Pero, además, dota a este dispositivo de capacidad de gestión y bidireccionalidad en el flujo de energía. Esta carga bidireccional resulta especialmente interesante para las instalaciones de autoconsumo, ya que el vehículo eléctrico se convierte en una batería para el hogar, que permite, por ejemplo, aprovechar la energía de origen renovable no consumida por la vivienda.
Esta flexibilidad en la gestión conlleva un sensible ahorro económico para el usuario, que puede consumir en hora punta la energía almacenada en su automóvil y recargarlo en horas valle, cuando su coste es inferior. La batería se puede utilizar, además, como fuente de potencia, lo que abre la puerta a reducir la potencia contratada, con la consiguiente reducción en el término fijo de la factura.
La carga del vehículo se realiza de forma adaptativa e inteligente para, por ejemplo, ajustar el proceso de ‘repostaje’ al límite de potencia eléctrica contratada o a la disponibilidad de energías renovables, en el caso de contar con una instalación de autoconsumo. El convertidor también será capaz de transferir energía desde el vehículo eléctrico a la vivienda en momentos puntuales, como respuesta a un consumo superior a la potencia contratada o para realizar una gestión de la energía consumida de la forma más óptima posible.
Las posibilidades de gestión de los flujos de energía no se limitan al entorno doméstico, sino que abre la puerta a que un operador de red pueda gestionar los recursos energéticos de estos vehículos para, entre otras acciones, aliviar la congestión durante picos de demanda o absorber la sobreproducción de energía de origen renovable.
El proyecto EVA comprende el diseño del cargador, pero también desarrollos en el campo del software para integrar este nuevo sistema de carga en las aplicaciones de monitorización y gestión eléctrica de Ampere Energy, con el fin de dotar al usuario de un control total de los flujos de energía de su hogar. Por su parte, los técnicos del ITE participan en el desarrollo de los algoritmos necesarios para incorporar los cargadores y los propios vehículos eléctricos en el sistema de gestión integral.
El nuevo cargador será compatible con las tecnologías desarrolladas por los principales fabricantes del sector de la automoción.