En un análisis por tipo de vehículo, los turismos, que supusieron el 69,2% de las matriculaciones de eléctricos, crecieron un 136% durante el pasado mes, hasta alcanzar las 1.874 unidades; acumulando un aumento del 50%, con un total de 13.612 unidades. Las furgonetas eléctricas, por su parte, ganan peso en el reparto de última milla, aumentando un 87,3% los registros durante el pasado mes, hasta alanzar las 266 unidades matriculadas.
Si nos fijamos en el mercado de las dos ruedas que, a través de la fórmula de motosharing venía contribuyendo en gran medida a la popularización de la movilidad eléctrica, cayó abruptamente en noviembre, lastrando el buen ritmo del mercado eléctrico. Así, las matriculaciones de motos cayeron un 81,8%%, hasta las 315 unidades.
Por su parte, la electrificación de las flotas de transporte urbano colectivo se hace esperar. Durante el pasado mes de noviembre, las matriculaciones de autobuses eléctricos apenas registraron 1 unidad. Esto supone que en lo que va de año acumulan un descenso del 69,2%, con un total de 24 unidades.
Las matriculaciones de eléctricos en el canal particular crecen un 117%
Por canales, los datos ponen de manifiesto que sigue siendo la empresa la que mayor esfuerzo está llevando a cabo para introducir estos modelos en el parque. Así, el 56,7% de los vehículos eléctricos matriculados en noviembre se registraron en el canal corporativo, con 1.548 unidades, lo que supone un 139% más. A lo largo de este 2020 han acumulado una subida del 41%, hasta alcanzar 11.667 unidades.
Sin embargo, el impulso del Plan Moves II -que incentiva con 5.500 euros la adquisición de un modelo cero emisiones- se hace notar entre los compradores particulares. De esa forma, las matriculaciones de eléctricos en este canal crecieron un 117% en noviembre, con 964 unidades, de las que 612 fueron turismos (+187%). Hasta el último mes del año han acumulado un incremento del 43%, con 4.349 turismos matriculados.
Los deberes de la industria y la Administración para alcanzar los objetivos de movilidad eléctrica
Ante la evolución de las cifras, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) consideran que para cumplir con los objetivos de electrificación -que exigen triplicar el parque de vehículos eléctricos en el horizonte 2023 hasta alcanzar las 250.000 unidades y 5 millones de unidades en 2030- es necesaria una estrategia que ponga el foco en tres aspectos básicos: oferta, demanda e infraestructura.
Así, las dos entidades defienden que, para impulsar la confianza en la movilidad eléctrica, el sector debe ser capaz de poner en el mercado un portafolio amplio de vehículos eléctricos para todos los segmentos, a precios razonables, con un valor residual coherente y con capacidad de carga a partir de 100 kW de potencia.
Por otro lado, es necesario el desarrollo decidido de una red tupida de recarga pública, capaz de atender a las necesidades de carga normal, rápida y ultrarrápida de vehículos eléctricos, eliminando las barreras administrativas que retrasan su puesta en marcha.
Finalmente, los planes de incentivo a la compra de vehículos y a la instalación de puntos de recarga debe ser estructurales e ir acompañados de un marco normativo adecuado, que realmente facilite el crecimiento de la movilidad eléctrica y la consecución de los objetivos del Gobierno.